La Madre Bonifacia en su tallerElla era una mujer sencilla de una España decimonónica sumida en muchos conflictos socio-políticos;se sintió atraída por una vida religiosa e ideó una manera de ayudar a mujeres de pocos medios a aprender una labor siempre teniendo como guía algo a lo que dio en llamar "el Taller de Nazaret", hogar de la Sagrada Familia y lugar de trabajo de San José.
Con la ayuda espiritual de un jesuita catalán, la flamante "congregación" nació para ayudar a la mujer trabajadora, pero...ay, transcurrido un tiempo llegaron las primeras piedras en el camino: aprovechando un viaje de nuestra protagonista a Gerona para establecer una unión con otras fundaciones hechas por dicho sacerdote, los recelos y envidias de otras hermanas a su vuelta consiguieron su destitución como superiora y su "expulsión" de Salamanca.
Su respuesta: silencio y HUMILDAD, marchando a Zamora fundando un nuevo proyecto con el espíritu con el que nació, enseñando a mujeres un oficio (el de cordoneras), sufriendo continuos rechazos y desplantes desde la comunidad salmantina, hasta el punto de no recibirla y negarle la entrada o lograr su aprobación pontificia como "Siervas de San José", obviando a la comunidad zamorana y cambiado su constitución original pues comenzaron a dedicarse a la educación.
Sin embargo, esta sencilla religiosa jamás olvidó a sus "hermanas", incluso pidió que a su muerte se unieran las comunidades de Zamora y Salamanca...
Y todo pudo quedar ahí, aquel 8 de agosto de 1905 a su muerte, que nadie hubiera sabido quién fue realmente la Madre Bonifacia, si no llega a ser porque una hermana que conoció todos estos hechos dejó por escrito bajo un altar todo debidamente escrito, redescubriéndose felizmente a su debido tiempo.
Bonifacia Rodríguez Castro, la madre Bonifacia, fundadora de las "Siervas de San José", será canonizada el próximo domingo 23 de octubre por su Santidad el Papa Benedicto XVI.
Quiero dedicar esta entrada a mi madre, antigua alumna y maestra del colegio "Inmaculada Concepción" (las Josefinas) de Linares: ello hizo que fuera alumno del colegio y recibí un sentimiento josefino heredado que pude plasmar con alegría asistiendo en Roma a su beatificación en 2003...me acordaré este domingo, aunque para mí ya era santa desde hace mucho tiempo.
Con la ayuda espiritual de un jesuita catalán, la flamante "congregación" nació para ayudar a la mujer trabajadora, pero...ay, transcurrido un tiempo llegaron las primeras piedras en el camino: aprovechando un viaje de nuestra protagonista a Gerona para establecer una unión con otras fundaciones hechas por dicho sacerdote, los recelos y envidias de otras hermanas a su vuelta consiguieron su destitución como superiora y su "expulsión" de Salamanca.
Su respuesta: silencio y HUMILDAD, marchando a Zamora fundando un nuevo proyecto con el espíritu con el que nació, enseñando a mujeres un oficio (el de cordoneras), sufriendo continuos rechazos y desplantes desde la comunidad salmantina, hasta el punto de no recibirla y negarle la entrada o lograr su aprobación pontificia como "Siervas de San José", obviando a la comunidad zamorana y cambiado su constitución original pues comenzaron a dedicarse a la educación.
Sin embargo, esta sencilla religiosa jamás olvidó a sus "hermanas", incluso pidió que a su muerte se unieran las comunidades de Zamora y Salamanca...
Y todo pudo quedar ahí, aquel 8 de agosto de 1905 a su muerte, que nadie hubiera sabido quién fue realmente la Madre Bonifacia, si no llega a ser porque una hermana que conoció todos estos hechos dejó por escrito bajo un altar todo debidamente escrito, redescubriéndose felizmente a su debido tiempo.
Bonifacia Rodríguez Castro, la madre Bonifacia, fundadora de las "Siervas de San José", será canonizada el próximo domingo 23 de octubre por su Santidad el Papa Benedicto XVI.
¡VIVA LA MADRE BONIFACIA!
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