Portada II tomo "Untrodden Spain and her black country: being sketches of the life and character of the spaniard of the interior" by Hugh James Rose (1875)
Hugh James Rose fue un religioso anglicano nacido en 1840 que acudió a Linares a mediados de 1873 para ser el capellán de la comunidad inglesa, francesa y alemana residente en la incipiente ciudad (Alfonso XII concedería el título en 1875).
Como tal, no sólo ejerció su ministerio sino que se vio "atrapado" por el sentimiento que rodeaba a todo foráneo que se decidía venir a España (y más concretamente, Andalucía): ese halo romántico y oscuro que invitaba a conocer a sus gentes, costumbres y monumentos (dejando constancia escrita de ello).Sabido es que nuestro protagonista no sólo se limitó a vivir en Linares sino que además viajó por más sitios de España (dentro o no de sus propias obligaciones religiosas); finalmente, el Obispo de Gibraltar termina destinándolo a la zona de Jerez, El Puerto de Santa María y Cádiz para atender a la colonia británica (1875), volviendo a su país en 1876 , donde ya delicado de salud, muere.
Hace unos años, el Colectivo "Proyecto Arrayanes" de Linares editó una traducción de su obra más destacada durante su estancia en Linares: "Untrodden Spain and her black country: being sketches of the life and character of spaniard of the interior" ,que viene a significar "España desconocida (literalmente sin pisar, de ahí que remarque lo de país negro-black country-) episodios de la vida y modo de ser de los españoles del interior".
Portada edición traducida y publicada por Colectivo "Proyecto Arrayanes"
En ella, es lógico pensar que le llamó la atención la Semana Santa y como tal la describe, pasando a comentar en el blog la que corresponde a nuestra Hermandad, la cual ya hacía tiempo que no se conocía por Vera+Cruz y se había separado de Jesús de la Columna (que renacería como cofradía independiente en 1909), procesionando el Miércoles Santo, tras el oficio de Tinieblas.
"Volví del abrasador y polvoriento paseo con tiempo para ver la primera procesión de la Semana Santa, que comenzaba a las seis y media de la tarde del miércoles. Empezaba en la iglesia más grande de la ciudad, y hacia allí me dirigí. Cuando llegué a las seis, en el exterior de la iglesia había ya una multitud de entre 800 o 1000 personas, principalmente hombres (...)Naturalmente, el edificio era muy oscuro y más oscuro aún por la hora de la tarde; las cortinas negras y las velas lucían sólo en un lado del altar(...) no se veían sacerdotes ni penitentes cuando pasé cerca del altar. Formando semicírculo alrededor de él, estaban agrupadas las imágenes todas con tamaños mayores de los reales, de nuestro Salvador, San Juan, la Magdalena, San Lucas, la Virgen (...)preparadas para colocarlas en estructuras parecidas a las andas inglesas(...)"
De la descripción mostrada, casi todo coincide con lo sabido: que la Hdad., ya desgajada de su procesión común con Jesús de la Columna el Jueves Santo, procesionaba cada Miércoles Santo, tras el Oficio de Tinieblas (de ahí la oscuridad descrita en Santa María, ya que se simulaban las Tinieblas que sobrevinieron el Viernes Santo en el Monte Calvario, la gente golpeaba el suelo simulando el terremoto y todo se tapaba de negro, iluminado el templo tan sólo con 12 velas y una central que representaba al Señor junto a sus Apóstoles....lo único que llama la atención es que dice que iba una imagen de San Lucas (¿?): tengo 2 explicaciones posibles--> su ignorancia iconográfica lógica, al ser protestante y no tener por qué saber identificar la imagen que vio; o bien, que por lo que sea, junto a los ya conocidos de San Juan y Magdalena (cuyas escuadras ya estaban extintas y procesionaban cuando se terciaba junto al resto de Hdades o recordando su pasado común junto a Jesús de la Humildad) se añadiera alguna otra imagen (aunque dudo que fuera la de Jesús de la Columna, ya que poco o nada tiene que ver con una imagen de San Lucas...¿otro santo, quizás? lo desconocemos). Continuamos con su descripción de la antigua imagen de Jesús de la Humildad y de Madre de Dios de los Dolores así como del cortejo:
"(...) ocho hombres bajaron, tambaleándose, las escaleras de la iglesia, llevando sobre sus hombros la imagen del Salvador(..)la imagen de Cristo tenía ligeramente un tamaño menor que el real. Estaba en posición sentada, con lágrimas en sus ojos. Su vestido era una simple túnica violeta oscura de terciopelo con faja. Sus brazos estaban desnudos. Su cabeza estaba inclinada sobre su mano izquierda y la derecha señalaba a las multitudes. En sus pies me pareció que llevaba sandalias de esparto(...). Iban descalzos, con largas túnicas de arpillera,fajas alrededor de sus cinturas con un cordón anudado de esparto en el cual tenían pegada una pequeña cruz negra y cada uno con un gran cirio en su mano izquierda(...) Me volví hacia mi izquierda para ver el principio de la procesión ya lejos de las puertas de la iglesia (...) las oscuras imágenes destacaban en marcado relieve sobre el intenso cielo azul y la larga linea de túnicas dividía la ordenada pero ansiosa multitud.
Detrás venía la imagen de la Virgen vestida con terciopelo negro bordado con lentejuelas de oro.El valioso manto que vestía costaría unas 130 libras inglesas(...)"
Una doble aclaración; la primera, referida al comentario de Rose:la mano derecha no señalaba a la multitud sino que la apoyaba en sus piernas (aunque debido a su posición, bien podría haberle dado esa sensación) y que se sepa, la imagen no tenía lágrimas ni llevaba sandalias, es más tenía los pies descalzos (¿influido por la primera impresión, quizás o por su idea de Jesús? quién sabe); tampoco llevaba túnica entera sino un "faldellín" bordado que dejaba el torso al descubierto...y llegamos a la segunda aclaración: el que ha ilustrado la edición traducida por el Colectivo "Proyecto Arrayanes" poco o nada sabe de cómo era la imagen y ha interpretado literalmente lo descrito, surgiendo este dibujo (si se hubiera preocupado por averiguar si existía alguna fotografía del anterior Señor de la Humildad, quizás hubiese dibujado algo más exacto):
Ilustración -recreación de lo descrito por Rose-obra de Antonio Jesús Jerez García
("LINARES 1875-H.J. ROSE, UN CLÉRIGO INGLÉS EN EL DISTRITO MINERO")
Antigua imagen de Jesús de la Humildad
Antigua imagen de Madre de Dios de los Dolores
Como testimonio de alguien ajeno a nuestra religiosidad es fascinante leer su descripción (más si cabe correspondiendo a nuestra Hermandad) y por lo leído, denota emoción ante lo visto (por muy raro que lo viera); de hecho, unos párrafos más adelante elogia el orden y seriedad con el que se pusieron en la calle.
Historia de nuestro AYER, como ciudad y como cofradía...creo que es interesante que haya hecho esta reseña. Sólo me queda recomendaros su lectura completa, pues es muy curioso saber cómo era nuestro Linares en la época y desde la óptica de un capellán inglés.
BIBLIOGRAFÍA:
1.Edición original de "Untrodden Spain and her black country: being sketches of the life and character of the spaniard of the interior" . Rose, Hugh James (1875)
2. "LINARES 1875: H.J. ROSE, UN CLÉRIGO INGLÉS EN EL DISTRITO MINERO".
Colectivo "Proyecto Arrayanes"
4 comentarios:
gran entrada fran, parece que a este cura no le pasó como a sus compatriotas periodistas que vinieron en aquella época a conocer la semana santa de Sevilla y luego allí contaban barbaridades en sus diarios.
Gracias, Juan Pedro.
Este hombre, al parecer, sí se integró bien entre el pueblo llano (tan ajeno a su modo de vida) y se preocupó en aprender el idioma.
Lo cual no quita que al leerle uno note que se veía muy sorprendido por asuntos tan ajenos a su cultura y religiosidad...pero parece que no salimos tan mal parados como los casos que comentas.
Un saludo.
Hola Francisco, si te fijas, en la pag.379 dice " hasta hace pocos años cada uno de los penitentes llevaba una calavera", que confirma esta conocida costumbre de la cofradia. Y al final la frase que mas me gusta es la que dice: "he visto muchos ojos lagrimosos y no solo eran ojos de mujeres" . Muy buen libro, y muy respetuoso este clerigo, ojala todo el mundo se acercase a nuestras tradiones con igual respeto que este señor. Andres Padilla Ceron
Pues sí, Andrés.
El libro está muy bien para conocer una visión "ajena" del Linares de la época.
Y cierto es que tuvimos suerte en cuanto a la visión respetuosa y descriptiva que este clérigo anglicano tuvo con lo que veía (y seguramente apenas entendía)
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