miércoles, 5 de mayo de 2010

HUMILITEANDO...s. XVIII

Detalle de Portada antigua Iglesia San Juan de Dios, Linares (mediados s. XVIII)

Servir a la Iglesia era un honor para él y más con el cargo que a bien ostentaba desde hace unos años: Comisario del Santo Oficio de la ciudad de Córdoba.
Sin embargo, esta Semana Santa se sentía más pleno si cabe, pues gracias a su patronazgo, habían finalizado las obras de la Iglesia y Convento de San Juan de Dios en su Villa natal, Linares; más aún, ejercería el derecho de portar la llave del sagrario de la flamante iglesia durante la Estación de Penitencia de la cofradía, su Cofradía, a la que no faltaba nunca.
Sí, Dios le había concedido muchos bienes y a su manera, le devolvía algo ordenando construir de nueva fábrica toda una iglesia, eligiendo de entre todas las órdenes a la orden hospitalaria de San Juan de Dios, entregada al cuidado de los enfermos.
Al entrar en la iglesia Mayor, D. Bartolomé Gª Escobosa ,se dirige directamente a venerar una vez más a Jesús de la Humildad; su posición humilde le invita a orar siempre y por un momento, le hace sentir algo de remordimiento, ya que él a su manera también juzga y alguna vez se pregunta si no ha errado y condenaba a inocentes.
Esa imagen le retrotrae a los momentos en que Nuestro Señor, solo y abandonado, espera que se lleve a efecto la sentencia de cargar Cruz y morir en ella ... en silencio, le pide perdón a través de la Humildad que representa.
Los "cum fratres" van llegando y se ordena el cortejo, que como siempre, será silente; él, se siente uno más, pero el cargo obliga y es llamado a formar junto al Alférez y el Hermano Mayor de la Santa Vera+Cruz ; se postran ante el Santísimo y a continuación salen ordenadamente. En los últimos años, ha cogido más prestancia y devoción en la Villa la imagen del Atado a la Columna, sin embargo, él nunca "olvida" a su Señor, el siempre Humilde y del que nunca se desprenderá su corazón... por ello, antes de salir, le dirige una última oración y le confiesa que algún día, esperará el día del Juicio revestido con su túnica humilde en la cripta de la Iglesia de San Juan de Dios, a cuyos hermanos enfermeros ha traído para que cuiden las almas y la salud de los que sufran en esta bendita tierra.
Así sea, Señor de la Humildad.


No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...